lunes, 5 de marzo de 2012

¿Para qué sirve meditar?

Viernes, 2 de marzo de 2012

Bienestar
¿Para qué sirve meditar?
La meditación contribuye a mantener la atención en el
presente"Es una herramienta para contrarrestar la
alienación", según el monje zen Dokushô Villalba

Leonor Cabrera

¿Sirve para algo o es una manera esnob de perder el tiempo?
Expertos explican los beneficios de esta práctica.

Meditar está de moda. Cada vez son más las personas que deciden
sentarse en un cojín de meditación para hacer nada durante unos
minutos al día. Entre ellos personajes famosos como Steve Jobs,
Richard Gere, David Lynch o los Beatles Paul McCartney y Ringo
Starr, quienes no dudan en pregonar a los cuatro vientos las
ventajas de esta técnica milenaria. Pero, ¿qué cambios puede
producir en una persona esta práctica? ¿Sirve en realidad para
algo o es una manera esnob de perder el tiempo?Científicamente
ya hay investigaciones que prueban sus beneficios. Un estudio de
la Universidad de Yale concluyó que las personas que meditan
durante muchos años desarrollan una nueva red neuronal por
defecto en la que hay una mayor conciencia de uno mismo y del
presente y menos ensoñación. Otro de la Universidad de
Wisconcosin nombró a un monje budista, Matthieu Ricard, el
hombre más feliz del planeta.El cirujano y conferenciante Mario
Alonso Puig es uno de los firmes defensores de la meditación.
"Está probado por Richard Davidson que cuando se medita, cuando
se silencia el ruido mental que es como una jaula de grillos, se
activa el área prefrontal izquierda del cerebro humano que es la
base de las emociones positivas como la alegría, el entusiasmo",
cuenta Alonso Puig, autor de 'Ahora yo' y de 'Reinventarse'
quien incide en que la Universidad de Harvard ha demostrado que
estos ejercicios incluso reducen la hipertensión arterial y
mejoran el sistema inmunológico.Otro médico, Vicente Simón, se
dedica desde hace años a difundir los beneficios de la
meditación 'mindfullnes' o de atención plena. Simón, autor de
los libros 'Aprender a practicar mindfullnes' y 'Vivir con plena
atención. De la aceptación a la presencia', señala que esta
práctica engloba el movimiento que surge en occidente de
asimilación de las formas orientales, ya sean budistas o no, de
meditación.La 'mindfullnes' contribuye a mantener la atención en
el presente, sin juzgar y con aceptación, cuenta Simón. La
técnica más común que emplea es la concentración en la
respiración y los beneficios que aporta son numerosos: "Lo
primero que se nota es una mayor tranquilidad, menor ansiedad,
mayor capacidad de hacer frente a las situaciones difíciles, no
reaccionar de una forma automática. A largo plazo ayuda a
conocerse a sí mismo, saber quién eres", explica. Movimientos
colateralesSimón cuenta que, de manera paralela a este 'boom' de
la meditación, se están produciendo "muchos movimientos
colaterales", entre los que menciona la investigación por parte
de la ciencia, su aplicación a la psicoterapia y a la pedagogía
con los niños. "Este 'boom' se ha producido porque hay una
necesidad de tranquilidad para compensar el ritmo de vida tan
estresante", opina Simón.El maestro budista zen Dokushô
Villalba, autor de varios libros sobre el zen y fundador del
templo Luz Serena de Valencia, cree que esta mirada hacia una
práctica milenaria como la meditación se debe al "nivel de
desarreglo emocional y psicológico, de pérdida de sentido" que
se vive en este momento. "Tanto las tasas de suicidio como las
enfermedades mentales no han dejado de subir en los últimos
años", explica Villalba."En los últimos 50 años occidente está
descubriendo esta herramienta que tiene una gran eficacia para
mantener el estado de equilibrio, de lucidez", sostiene
Villalba, para quien "la meditación ha llegado a occidente para
quedarse y expandirse, aunque siempre haya una capa superficial
de moda, de personas esnobs".Pero, ¿en qué consiste meditar?
Villalba explica que la palabra meditación "designa poco porque
se refiere a muchos tipos distintos de prácticas". En el caso de
la meditación zen, "es muy específica porque se establece con
una base corporal muy fuerte". Para practicarla es muy
importante la conciencia en el cuerpo, motivo por el que se hace
sentado en posición de loto o de medio loto, con las piernas
cruzadas, las rodillas en contacto con el suelo, las nalgas
apoyadas en un cojín de meditación y la espalda recta. No
perseguir beneficiosTambién es necesaria en la práctica la
atención correcta, que es "un entrenamiento de la atención
plena, desarrollar un estado de vigilia continua en el que la
atención está dirigida a la experiencia interna, subjetiva". "Lo
primero es aprender a enfocar la atención en la respiración para
evitar la dispersión mental", detalla Villalba, quien también
señala como uno de los ejes del zen practicar la meditación sin
esperar ningún beneficio. "Si uno medita en zen persiguiendo
unos beneficios, éstos no aparecen, sólo aparece cuando no se
persigue nada", señala este monje natural de Utrera (Sevilla),
quien asistió en 1976 a una conferencia que le hizo comenzar con
su práctica a la que ha acabado consagrando su vida.A la hora de
practicar la meditación zen se dejan pasar los pensamientos, las
emociones, las sensaciones. "Es dejar pasar la actividad mental
sin pretender manipularla o llevarla hacia un estado, como un
río que fluye. Es una práctica muy simple pero que requiere
mucho entrenamiento", explica Villalba, para quien llevar esta
actitud zen de atención y observación a todos los ámbitos de la
vida, desde el trabajo hasta cualquier actividad que se
desarrolle, "es una herramienta excelente para contrarrestar el
estado de alienación en el que se vive en el que uno está
siempre corriendo detrás de algo".Otro convencido de los
beneficios de la meditación es David Barba, quien durante tres
años dio en la Universidad Autónoma de Barcelona la asignatura
de libre configuración 'Teoría y práctica de la meditación',
"pionera en España" y que ha dejado de impartirse por los
recortes que esta Universidad ha acometido por la crisis, cuenta
Barba.Por sus clases pasó un centenar de estudiantes que
aprendió la teoría y la práctica de diferentes tradiciones
meditativas, desde el chamanismo, hasta el yoga, pasando por el
zen, la vipassana, el sufismo, las prácticas contemplativas
cristianas o la meditación interpersonal desarrollada por el
psiquiatra chileno Claudio Naranjo. En la universidad¿Qué le
puede aportar a un estudiante meditar? Según pudo constatar
Barba en sus clases sus alumnos ganaron más calma, más
equilibrio en sus constantes vitales y obtuvieron mayor
concentración para sus estudios. "Estos son los beneficios más
mundanos, pero también se dan beneficios a un nivel espiritual;
dicho de una manera laica, la meditación potencia el amor
admirativo, hay un ensanchamiento, una mayor tolerancia, más
empatía, una experiencia de reconexión con algo que se ha
perdido que es el sentido de la trascendencia sin que esto
signifique entrar en el terreno de lo religioso. Yo vi ese
proceso con mis alumnos", destaca.Para algunos esta práctica
incluso puede ser un antídoto para la crisis. ste es el caso de
Joaquín García Weil quien organizó hace unos días en su centro
Yogasala de Málaga una meditación colectiva a la que acudieron
más de 70 personas para "intentar salir del fatalismo en el que
vivimos debido a la situación económica". García Weil ya
organiza la segunda edición de este evento y está convencido de
que la meditación en grupo puede demostrar que "la economía no
se fundamenta sólo en el dinero, sino más bien en la persona y,
cada cual, empezando dentro de sí mismo puede hacer algo por la
sociedad".Para probar esta teoría García Weil echa mano de la
historia y se refiere a que los samuráis japoneses y las castas
indias más pudientes ya utilizaban hace cientos de años la
meditación para decidir cuál era el modo adecuado de llevar los
negocios. Más serenos, relajados y confiados "Meditar me ha
aportado serenidad, confianza y capacidad para aceptar cosas que
antes me resultaban insoportables", cuenta a este periódico
Marisa Mayrata, quien lleva 20 años en contacto con esta
práctica y quien asegura que "durante los periodos en que he
practicado diariamente me he sentido mucho más equilibrada y
feliz, mucho más segura, decidida". Francisco D. Narvarte,
psicólogo, comenzó a meditar hace una década y ha practicado las
técnicas dinámicas de Osho, el zazen, y las meditaciones más
'visuales', como la kundalini, aunque de forma habitual usa la
técnica vipassana. Suele meditar media hora al día y este
práctica le ayuda a "bajar al cuerpo y al presente" ya que,
según él mismo cuenta es una persona muy mental.A Eduardo
Rodríguez meditar le ayuda "a empezar bien el día conmigo mismo
y con los demás". "Voy al trabajo más relajado, me ayuda a dejar
atrás mis neuras y a ver más al otro", explica Eduardo, quien
practica dos o tres veces por semana y tuvo su primer contacto
con este mundo en un retiro de zazen en 2009. Más reciente es la
práctica de Alejandro Rodríguez, quien medita desde hace unos
meses aunque ya nota los beneficios: "El ejercicio de la
meditación me ayuda a parar, a no actuar tan compulsivamente, a
cuestionar la verdad de lo que pienso". A pesar de que lleva
poco con esta práctica explica que se ha producido un "cambio
significativo en cuanto a antes" porque "me ayuda a no hacer
nada. Y ahí de pronto me siento más conmigo mismo".

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